Duro es cuando has partido sin tener el gusto de volver a verte y darte un buen abrazo de despedida, agradecerte lo profundo de la amistad y del compañerismo que hicimos en primaria; y del otro amigo que fue compañero de profesión, de trabajo y comunidad, es impactante porque su noticia fue desconcertante cuando le pensaba que estaba bien de todos los aspectos. En los dos momentos me quebraron emocionalmente pero reflexioné en ellas y deduje lo siguiente: partieron pero no partieron
Del primero hace ya algunos años, recuerdo que platicábamos y convivíamos en la infancia, pocos momentos pero de calidad, tus aficiones y gusto por el “baseball” los tengo muy presentes, cada día de tu cumpleaños y de remembranza de los Pequeños Gigantes de 1967, tu vida hasta donde te conocí despiertan sentimientos de nostalgia y agradecimiento, mandando mis bendiciones hasta donde te encuentres. La vida me insistió en verte pero pido que me perdones por no haber insistido en hacerme tiempo para ir a saludarte, fueron varias veces y me dejé llevar por mis ocupaciones. Partiste pero no partiste.
Del segundo hace días me enteré, ya de adulto, aunque no eres el amigo de la infancia, eres el amigo de mi experiencia de vida que tuve en Jalisco, más específicamente Cajititlán. Recuerdo que en un inicio el trabajo era la única relación, al poco tiempo, unos cuantos días, surgió el compañerismo y la amistad, compartíamos experiencias laborales y me aconsejabas en algunas inquietudes y situaciones que me traían en “jaque”, pero tu paciencia y tus cualidades eran sabias maestras para mí. Aunque tuve que partir de regreso a mi tierra, las veces que regresaba a visitar Cajititlán, era un honor buscarte, convivir y disfrutar de alguna bebida en una buena charla. Partiste pero no partiste.
En ambos casos, las ganas de saludarles de nuevo de manera presencial quedó trunca, ya no será posible pero agradezco a Dios que los haya llamado a la vida plena en lo espiritual porque podré hablar, aunque sea monólogo desde el punto de vista físico, diálogo desde lo espiritual, con cada uno de ustedes como lo hago a veces con los demás familiares y conocidos, todos partieron pero no partieron.
Digo algo relacionado con “Partir sin partir”, no porque estén vagando en lo espiritual sino porque partieron físicamente pero no partieron espiritualmente de mis recuerdos porque muchas veces les he tenido y seguiré teniendo presentes ya que hay momentos significativos en mi memoria que hacen que no partan de mí.
Desde donde estén, estoy seguro que con Dios porque mi fe así lo dice y así lo creo de mis familiares, amigos y conocidos que ya trascendieron de este mundo físico, les mando mis bendiciones y me pongo en sus intercesiones para que un servidor siga el ejemplo que han dejado en vida, para mí.
GRACIAS POR HABER ESTADO CRUZANDO Y ACOMPAÑANDO EL CAMINO DE ESTA VIDA Y LES CELEBRO POR SU VIDA Y AMISTAD QUE COMPARTIERON EN SU MOMENTO CON UN SERVIDOR.
“Soy tan solo viento sediento que pronto me iré, soy tan solo niebla que espera un amanecer”
